STUDIO SEX







STUDIO SEX
LIZA MARKLUND
(Trad. Carlos del Valle)
Punto de Lectura, Madrid, 2011

-          Yo creía que el amor sólo era para las demás, para las que son visibles y valen. Un júbilo de alegría canta en mi interior. Es a  mí a quién desea. La embriaguez, el primer contacto, el flequillo que le caía sobre los ojos al mirarme nervioso, nada engreído. El entorno cristalino: el viento, la luz, la completa sensación de perfección, la acera, la cálida pared del edificio. He conseguido a quien deseaba. Él es el centro. Las otras chicas sonríen y coquetean, pero no soy celosa. Confío en él. Sé que es mío. Lo observo desde el otro extremo de la habitación, cabello rubio centelleante, el movimiento cuando se lo atusa hacia atrás, su mano fuerte, mi mano. El pecho se me contrae con una cinta de felicidad, me quedo sin aliento, los ojos llenos de lágrimas. La luz le ilumina, le hace fuerte y completo. Dice que no puede estar sin mí. La vulnerabilidad se encuentra justo debajo de su suave piel. Estoy tumbada sobre su brazo y él pasa un dedo por todo mi rostro. No me abandones nunca, dice, sin ti no puedo vivir. Y yo se lo prometo. Pág. 15

-          Existe una dimensión que borra los límites entre los cuerpos. Vivimos juntos, el uno dentro del otro, espiritual y físicamente. Los días se convierten en instantes, me ahogo en sus ojos. Nuestros cuerpos se disuelven, se adentran en otro tiempo. El amor es de oro y cristales. Nos podemos dirigir a cualquier lugar del universo, juntos, dos y, sin embargo, uno. Un alma gemela es alguien que tiene cerraduras que nuestras llaves abren y llaves que abren nuestras cerraduras. Con esta persona nos sentimos seguras en nuestro propio paraíso. Eso he leído en alguna parte, y eso es cierto con respecto a nosotros. Le echo de menos cada segundo que no estamos juntos. No sabía que el amor fuera tan absoluto, tan total, tan abrumador. No puedo comer, ni dormir. Sólo a su lado me siento completa, una persona de verdad. Él es la condición de mi vida y mi sentido. Sé que para él yo significo lo mismo. Hemos recibido el mayor don. No me abandones nunca, dice, sin ti no puedo vivir. Y yo se lo prometo. Pág. 83

-          Nuestra felicidad es sólida. Él me abraza siempre. Su compromiso es enorme, de vez en cuando me resulta difícil satisfacerle. Su desengaño es grande si no se lo cuento todo, debo ser más cuidadosa. Nuestros viajes en el tiempo y en el espacio son eternos, le quiero muchísimo. He intentado explicarle, la culpa no es suya. Es mía, soy yo quien no se decide a valorarlo como se merece. Me ha comprado ropa que yo nunca antes había tenido, símbolos de amor y confianza. Mi ingratitud se basa en el egoísmo y la inmadurez, su desencanto es profundo y fuerte. No hay disculpa posible, una tiene su responsabilidad en una dualidad universal. Lloro al comprender mi imperfección. Él me perdona. Luego hacemos el amor. No me abandones nunca, dice, no puedo vivir sin ti. Y yo se lo prometo. Pág. 111

-          En este país de mierda no se puede nombrar nada que sea desagradable o polémico. Creemos que la muerte, la violencia y el sufrimiento desaparecerán si los enterramos y nunca más hablamos de ellos. ¡Esto es erróneo! ¡No se da cuenta! ¡Es mucho peor! ¡Esos jóvenes de ahí fuera estaban locos! ¡Nos habrían podido prender fuego, joder! Pág. 211


Entradas populares de este blog

SELMA LAGERLÖF poemas

ISAK DINESEN

CUENTOS DE ESCALDO: de Borges a Vikings