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Mostrando entradas de agosto, 2010

LAS HIJAS DEL FRÍO

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LAS HIJAS DEL FRÍO CAMILLA LÄCKBERG (Trad. Carmen Montes Cano) Ed. Maeva, Madrid, 2010 - El que después de lo ocurrido, Charlotte se preocupase por no haberle aviado de que no iría a su casa le indicaba lo confundida que debía de estar. Pero cuando siguió a Niclas a la sala de estar, no pudo evitar lanzar un gemido de perplejidad. Si Niclas parecía un muerto viviente, Chalotte tenía el aspecto de alguien que ya llevase tiempo enterrado. Nada quedaba de la enérgica, cálida y animada Chalotte. Era como una cáscara vacía arrojada en el sofá. Su cabello oscuro, cuyos rizos solían balancearse en torno a su rostro, colgaba en sudorosos mechones. Los kilos de más que su madre siempre le recriminaba resultaban elegantes a ojos de Erika, que la veía como una de las exuberantes modelos de Zorn. Ahora, en cambio, al contemplarla allí acurrucada bajo la manta, observó que su piel y su cuerpo habían adquirido un aspecto mantecoso y malsano. Pág. 64 - Lo peor era que al principio le gu

LOS GRITOS DEL PASADO

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LOS GRITOS DEL PASADO CAMILLA LÄCKBERG (Trad. Carmen Montes Cano) Ed. Maeva, Madrid, 2010 - Era como hablar con una pared. No tenía sentido. Anna sabía, después de tantos años con él, que Lucas estaba convencido de tener razón. Él nunca tenía la culpa. Todo lo que sucedía era siempre culpa de los demás. Cada vez que él la golpeaba, la hacía sentirse culpable porque ella no había mostrado la suficiente comprensión, el suficiente cariño, la suficiente sumisión. Pág. 70 - De niña, había vivido el miedo constante a la cólera que en su padre desataban las borracheras. Durante años tiranizó a toda la familia y convirtió a sus hijos en personas inseguras, sedientas de amor y de ternura. De los tres hermanos, sólo quedaba ella. Tanto su hermano como su hermana habían sucumbido a las tinieblas que llevaban dentro: uno volviéndolas al interior y la otra expulsándolas hacia fuera. Ella era la mediana, ni una cosa ni otra; sólo insegura y débil. No lo bastante fuerte como para despach

LA PRINCESA DE HIELO

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LA PRINCESA DE HIELO CAMILLA LÄCKBERG (Trad. Carmen Montes Cano) Ed. Maeva, Madrid, 2010 - El cuarto de baño estaba alicatado en blanco, de ahí que el efecto de la sangre que había tanto dentro como alrededor de la bañera resultase aún más llamativo. Por un segundo, pensó que el contraste era hermoso, hasta que interiorizó el hecho de que quien yacía en la bañera era un ser humano de verdad. Pág. 13 - Pese a que, sinceramente, no sintió el menor deseo de aceptar el encargo al oír la propuesta, en la mente de la escritora que llevaba dentro empezó a bullir una idea. La desechó, llena de remordimientos por haberla pensado siquiera, pero resultó ser una idea pertinaz, que parecía dispuesta a no darle tregua. En efecto, tenía ante sí lo que tanto llevaba buscando, la base para su nuevo libro. El relato del trayecto recorrido por una persona hasta encontrar su destino. La explicación de lo que había llevado a una mujer joven, hermosa y a todas luces privilegiada hacia la opción