MISTERIOSO





MISTERIOSO
ARNE DAHL
(Trad. Cristina Cerezo Silva y Martin Lexell)
Destino, Barcelona, 2010

-          Yo sólo estaba pensando en que últimamente los asesinos en serie están de moda. Resulta fácil dejarse impresionar por las atrocidades norteamericanas. Hace poco, un loco de nombre Jeffrey L. Dahmer fue condenado a cadena perpetua por asesinar, descuartizar y comerse a diecisiete jóvenes negros. Su padre acaba de escribir un bestseller sobre cómo es ser padre de un monstruo. Tanto el padre como el propio Dahmer se han hecho ricos; numerosos simpatizantes, de Sudáfrica, por ejemplo, entre otros lugares, le envían dinero a la cárcel, y existen varias revistas en Estados Unidos que glorifican los asesinatos en serie y en masa. Naturalmente, se trata de sociedades en plena decadencia en las que un sentimiento de frustración generalizado hace posible que un pueblo entero se identifique con la marginalización más extrema y enfermiza. La absoluta ruptura con todas las reglas sociales ejerce una enorme fascinación, tanto que incluso, como acabo de decir, se llega a mandar dinero a asesinos. Un poco de sueldo retroactivo. Pero allí se trata siempre de víctimas insignificantes y débiles, cuyas únicas características mediáticas son precisamente la de ser víctimas. Uno se pregunta sobre los posibles efectos que esta historia podría ejercer en el espíritu del pueblo sueco. No existen acciones aisladas. Pág. 129

-          El agua de Estocolmo resplandecía débilmente con el sol de la mañana. Ni una sola nube en el cielo, las fachadas de las casas estallaban en colores bajo un sol casi horizontal. Unos cuantos barcos blancos, de los que hacen excursiones por el lago Mälaren, avanzaban traqueteando a paso lento entre el brillo de la luz; y dos veleros madrugadores lucían los colores del arco iris en sus foques de globo. El ayuntamiento se pavoneaba orgulloso, mirando al agua con sus tres coronas doradas brillando. La vegetación empezaba a brotar alrededor del puente, en el lado de Kungsholmen, en el parque de Rålambshov, la playa de Smedsudden y el parque de Marieberg. Los paseos de Norr Málarstrand ya se iban llenando de gente.
Ninguno de los dos se quejó cuando la caravana de coches se atascó por completo en la cima del puente.
“La vida volvía a la ciudad recién levantada. Trayendo consigo la muerte” pensó Hjelm de manera melodramática. Pág. 207

-          Tal vez deberías memorizar este gráfico y dejar que sustituya al mapa de Suecia en tu atlas.
Hjelm contempló el inabarcable caos de flechas, cuadros y letras. Allí estaba todo. Un mapa, tan demente como lógico, de un país en un estado de ruina mental. Una absurda constelación de conexiones entre distintas partes de un cuerpo que estaba agonizando. Un sistema nervioso drogado por el dinero. Un espantoso gráfico que representaba la decadencia espiritual que se escondía bajo un barniz cultural. Pág. 482.

Entradas populares de este blog

SELMA LAGERLÖF poemas

ISAK DINESEN

CUENTOS DE ESCALDO: de Borges a Vikings