Poesía sueca IV






Tú eres mi consuelo más puro,
Mi refugio más firme,
Tú eres lo mejor que tengo,
Pero nada duele tanto como tú.

No, nada duele como tú.
Tú dueles como el hielo y el fuego,
Tú cortas mi alma como el acero,
Pero eres lo mejor que tengo.



KARIN BOYE 
de su antología "Nubes" (1922)



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