Poesía sueca VII




Si pudiera seguirte muy lejos,
más allá de todo lo que conoces,
fuera, en la soledad del mundo,
en las regiones más remotas
donde la Vía Láctea haga girar
una brillante espuma muerta
y donde busques un refugio
en el espacio vertiginoso...

Lo sé: no se puede.

Pero cuando te levantes
tiritando, ciego,
como en tu bautismo,
a través de todo el espacio
escucharé tu llamada,
y seré para ti nuevo calor,
seré para ti nuevo abrazo,
y estaré cerca de ti en ese otro mundo,
entre cosas con nombres aún no nacidos.

KARIN BOYE


Entradas populares de este blog

SELMA LAGERLÖF poemas

ISAK DINESEN

CUENTOS DE ESCALDO: de Borges a Vikings